LO CLÁSICO ESTÁ HECHO PA’ REPETIRSE
EN 1984
Pancho Pistolas cabía en una esquina, pero el antojo no.
Una familia con ganas de hacer las cosas bien abrió sus puertas y, sin darse cuenta, armó el lugar donde Uruapan venía a comer, reír y quedarse.
Entre mariscos frescos, hamburguesas bien perronas y paredes llenas de pop art y cómics, Pancho se volvió un spot que no se olvida. Sirviendo lo que une desde el primer día.
HOY
La gente sigue llegando y regresando. Por eso hoy hay Pancho para todos: área de juegos para niños y un salón principal donde siempre hay buen deporte en pantalla.
Y porque lo bien hecho no pasa de moda, los viernes, sábados y domingos la mesa se llena con un buffet de desayuno y comida que solo aquí vas a encontrar.

